sábado, 21 de febrero de 2015
San Vital - Luz y Reverencia
Los orígenes de Rávena son inciertos. El primer asentamiento se atribuye de forma diversa a los tirrenos, los tesalios o los umbrios. En aquellos tiempos, el primer milenio antes de Cristo, la ciudad no era sino un conjunto de casas construidas sobre pilotes en una serie de pequeñas islas en una laguna pantanosa - una situación similar a la de Venecia varios siglos después.
Leer Mas...
Etiquetas:
Italia
miércoles, 9 de julio de 2014
El Edificio Long Lines de AT&T
Los turistas que recorren las calles de Nueva York pasan la mayor parte del tiempo mirando hacia arriba, a la jungla de rascacielos que se eleva hacia las alturas. Sin embargo, el número 33 de Thomas Street no es como los demás edificios. Con sus 29 pisos y 170 metros en dirección a las nubes, no le falta altura, pero una segunda y atenta mirada revela su característica más significativa: no tiene ni una sola ventana.
Enclavado en el distrito de Tribeca, dentro de Manhattan, y propiedad de la compañía de

Con Warnecke, el edificio estaba en manos de uno de los arquitectos más notables del siglo XX en EEUU. Cuando se hizo cargo del edificio de Thomas Street, ya era muy conocido por su amistad con el clan Kennedy. Aunque fue en Chicago donde se forjó un nombre, recayó sobre sus hombros el importante encargo de diseñar la tumba de John F.Kennedy en Arlington, consagrada en 1967.

Más importante aún es la increíble resistencia de su estructura. Se diseñó para que pudiera ser autosuficiente durante dos semanas en caso de ataque nuclear y los suelos están reforzados para poder aguantar alrededor de una tonelada y media por metro cuadrado. Es una construcción de resistencia inusual, lo cual es de esperar en un edificio tan crucial para el buen funcionamiento de las telecomunicaciones de una nación.
Por supuesto, no hay nada construido por el hombre que pueda presumir de estar a prueba de fallos. A pesar de estar considerado como uno de los edificios más seguros del mundo, en septiembre de 1991, un error humano combinado con una avería del equipo y el fallo de los sistemas de apoyo y emergencia, dejó fuera de combate a toda esa enorme centralita. El resultado es que se bloquearon

El edificio Long Lines es un ejemplo de ese tipo de arquitectura absolutamente funcional que despierta sentimientos encontrados. No es ni el rascacielos más grande, ni el más alto ni el más avanzado técnicamente de los muchos que hay en Manhattan. De hecho, ni siquiera es habitable. Parece una torre medieval, una especie de baluarte al que hubieran retirado las murallas circundantes. No puede calificarse de bello –a menos que se tenga un extraño sentido de la estética-, pero sin duda sorprende. Es su aspecto inusual e intrigante lo que lo convierte en uno de los edificios más peculiares del mundo, una alternativa refrescante al tradicional y más fotogénico rascacielos de cristal y acero.
Leer Mas...
Etiquetas:
Estados Unidos
sábado, 21 de junio de 2014
El Lago Titicaca: Desolada Belleza Azul (y 2)
(Viene de la entrada anterior)
Hoy, la economía de Taquile se basa en la pesca, la agricultura (patata, maíz, trigo) y, sobre todo, el turismo. El año pasado recibieron a 300.000 visitantes, lo que convierte a esta actividad en el verdadero sostén de la isla. Sin embargo, también aquí los taquileños han conseguido hacer algo diferente. Los viajeros comenzaron a acercarse a la isla en la década de los setenta y desde entonces y poco a poco, el turismo de masas empezó a apoderarse de ese sector, amenazando la estabilidad social y, sobre todo, la tranquilidad de la comunidad. Así que decidieron tomar ellos mismos las riendas de la situación, desarrollando modelos alternativos que se ajustaran a su modo de vida. De esta manera, se ha limitado el número de personas y el tamaño de los grupos que pueden acercarse a Taquile y se ha establecido un sistema cooperativo y rotatorio entre las diferentes familias para que todos puedan aprovecharse del turismo igual que lo hacen del resto de las actividades de la isla.
Los taquileños han establecido su propia Agencia Turística y, aunque no hay hoteles, sí ofrecen

La semana siguiente, serán otras familias las que puedan ocupar esos mismos puestos en el mercado. Igual sucede con los restaurantes: cada día abren un par de ellos, dirigidos por familias diferentes. Es un colectivismo comunitario que evita la competencia al tiempo que beneficia a todos y que se combina en la vida de la isla con el viejo código moral inca, “ama sua, ama llulla, ama qhilla”: no

Para el almuerzo podemos elegir entre uno de esos dos humildes restaurantes que hoy están abiertos dentro del turno rotario que acabo de comentar. Bajo un toldo rápidamente dispuesto en una terraza, disfrutamos de una sopa de quinoa seguido de un plato de pescado fresco, un pejerrey. Está sabroso, pero no es un vecino ancestral del lago. Todo lo contrario, llegó aquí hace sólo treinta años procedente del desaguadero de otro lago, y se aclimató tan bien que acabó con las truchas preexistentes –que, a su vez, llegaron a comienzos del siglo XX remontando los ríos-. La especie más común es el carachi, también comestible, del cual existen tres variedades diferentes en el Titicaca.

Nuestro siguiente destino, en el que pasaremos la noche, es la isla de Amantani, la más grande del lago. Como Taquile, a hora y media en lancha, esta comunidad de tejedores de cestas ha conseguido mantener cierto grado de aislamiento cultural, autonomía de gobierno y control sobre el negocio turístico. Un nutrido grupo nos recibe en el embarcadero con banda de música incluida, lo cual me hace sentirme un poco incómodo. Negras nubes empiezan ahora a cubrir el cielo y el viento se torna

Ejecutan algunas danzas típicas acompañadas de los correspondientes cantos y luego los muchachos insisten en jugar con nosotros un partido de fútbol. Saben bien que los extranjeros no están habituados a la altura y que llevarán ventaja en cualquier enfrentamiento de carácter físico. Mis compañeros no se hacen mucho de rogar y, pese a que a los cinco minutos estaban jadeando de forma alarmante y viéndose obligados a detenerse tras cualquier carrera corta, consiguieron ganar. Yo, mientras tanto, trataba de serenar mis intestinos, revueltos a causa de la combinación de la altitud y el esfuerzo físico realizado en los empinados senderos y escaleras de Taquile.
La noche caía rápidamente sobre nosotros cuando nos separamos, marchando cada cual con la familia que le correspondía. Era una aldea dispersa y pobre. Las viejas terrazas agrícolas, descendientes de las construidas por culturas extinguidas hace siglos, estaban bien cuidadas. También la técnica de

Suyana, nombre que en quechua significa esperanza, me guía por entre los campos hacia su humilde


Julio iba a la escuela todos los días excepto los domingos, cuando le tocaba cuidar de las siete ovejas propiedad de la familia y ahuyentar a pedradas a los zorros. El patrimonio ganadero familiar se completaba con una pareja de vacas y un ternero, dos cerdos, siete lechones y un par de gallinas. Su hermana Zulema aún estaba en el jardín de infancia. Según me contó su madre, hasta los 12 años los niños podían acudir a la escuela de la comunidad. A partir de esa edad debían coger un autobús a las cinco de la mañana para trasladarse a la escuela superior, a varios kilómetros de distancia.
Por desgracia, esa noche no me sentía muy comunicativo. El mal de altura estaba haciendo presa en mí a pasos agigantados y sólo por educación aguanté la velada y probé la sopa de arroz y vegetales que me preparó Suyana. Viendo que no me sentía muy bien, se ofreció a preparar una manzanilla –no

Mi cuerpo expulsó la cena y el almuerzo, pero no funcionaba la cadena del inodoro. Agotado y enfermo, me acosté. Dormí cinco horas, pero a la una de la madrugada me desvelé y ya no pude sino pasar el resto de la noche dando vueltas incómodo bajo unas mantas cada vez más desordenadas y deshechas.

Las islas artificiales de Uros han estado habitadas desde que los antepasados de los actuales

Existen unas 48 islas de este tipo pero evidentemente no se pueden visitar todas. Hay una principal, Huacavacani, sobre la que viven una decena de familias alrededor de una misión adventista, y muchas más pequeñas con dos o tres familias cada una que hacen desesperadas señas a las lanchas con viajeros para que se detengan allí y tener así oportunidad de vender los souvenirs que

Los indios Uros descienden de una antigua raza que tenía su propia cultura y lengua, pero ambas se perdieron hace ya 500 años como resultado de los intercambios comerciales y familiares con las tribus aymara y quechua que habitaban en las orillas del lago. Hoy día sólo quedan unos 2,000 indios Uros y de ellos, menos de seiscientos mantienen todavía vivas las islas. La mayoría de estos, sin embargo, ni siquiera viven ya aquí, sino que mantienen sus casas en tierra firme y acuden todos los días a las islas para vender sus cachivaches a los turistas. En este sentido, las islas de Amantani o Taquile han sabido conservar mucho mejor su legado tradicional.
No se les puede culpar, porque la vida en las islas de Uros nunca ha sido fácil. Ya los incas

La comida se cocina en fuegos instalados sobre montículos de piedra y debe vigilarse para evitar que alguna llama prenda la totora seca; ni siquiera aliviar los intestinos resulta fácil y la permanente humedad causa artritis y reumatismo; para cualquier gestión es necesario subir a una barca y ponerse a remar. Incluso sus difuntos han de ser llevados a tierra firme para ser enterrados.

Así que pese a lo pintoresco que resulta el lugar hay ya poco de auténtico aquí. Es cierto que aún existen familias que eluden el contacto con el turista y prefieren anclar sus islas en los canales más interiores, pero en su mayor parte, las islas flotantes de Uros han devenido un agradable parque

El destino de las islas flotantes es incierto. Ya nunca volverá a ser un verdadero núcleo de población capaz de mantener vivas antiguas tradiciones, pero tampoco está claro que siquiera pueda sobrevivir como atracción turística, una actividad en exceso dependiente de vaivenes económicos y políticos internacionales sobre los que los indios Uros no tienen control y que, además, exige un continuo esfuerzo de mantenimiento dado el desgaste que sobre la totora ejerce la llegada diaria de visitantes. El tiempo dictará su destino.
Leer Mas...
Etiquetas:
Peru
jueves, 19 de junio de 2014
Lago Titicaca - Desolada Belleza Azul (1)
Desde el Cañón de Colca hasta Puno hay siete horas de viaje atravesando un paisaje espectacular que se eleva, en su punto máximo, el Mirador de los Volcanes, a 4.910 metros de altura. Son extensiones parduscas, resecas, tostadas por un implacable sol que al verse brevemente eclipsado por alguna nube arranca del suelo tonalidades anaranjadas y amarillentas. El viento corre libre por una tierra que durante muchos kilómetros no le ofrece obstáculos, empujando a las nubes, espesando el cielo y llamando a la lluvia. La combinación de agua y luz nos regala nuevos juegos cromáticos. La única vida divisable es la de las vicuñas silvestres pastando indiferentes al clima gracias a su confortable lana y los flamencos que puntean con sus colores las aguas de los ocasionales lagos que nos salen al paso.
Por fin, llegamos a nuestro destino, la región del Lago Titicaca, una zona abrumadora tanto por su


Puno tiene un clima seco y frío y las temperaturas en invierno – julio y agosto- bajan de cero con

La ciudad actual no hace justicia a la riqueza de su historia y el peso de sus tradiciones folclóricas. La cultura Pukara emergió por estos pagos hace 3.000 años, dejando tras de sí pirámides y esculturas de piedra tallada. Más conocida quizá es la cultura de Tiahuanaco, que desde su centro político y religioso en el territorio que hoy pertenece a Bolivia, al otro extremo del lago Titicaca, dominó la región desde el 800 al 1200 de nuestra era. Los incas llegaron en el siglo XV, tan solo cien años antes de que los españoles descubrieran la riqueza del lugar tanto en lo que a minerales se refiere como a una agricultura basada en el pago de tributos y el trabajo esclavo.

Después de arreglar con una agencia local la visita al lago Titicaca para el día siguiente, damos un paseo por la ciudad. A diferencia de otras poblaciones peruanas, Puno no parece dominada por el caos motorizado y las prisas de la vida moderna; pero al mismo tiempo carece del


La impresión que recibimos es la que ya nos había transmitido la ciudad a ras de suelo. Puno no es bonito. Muy poco de su legado histórico resulta visible entre la alfombra de viviendas de escasa calidad que se va extendiendo como una mala hierba por las colinas cercanas, tratando de aprovechar la estrecha franja que media entre la orilla del lago y las alturas impracticables para la construcción, sin plan ni armonía algunos. Incluso

Puede que Puno no sea oficialmente rico, pero aún así constituye un imán para las gentes pobres de toda la región. Hay pocas posibilidades de prosperar en el Altiplano. El clima es duro, el suelo ingrato, las infraestructuras mínimas y frágiles… El único medio de vida consiste en el cultivo de la patata o la cría de ganado, pero las condiciones son miserables. Por eso no es de extrañar que un gran número de personas opte todos los años por abandonar esas explotaciones familiares y

Y decía que Puno no es oficialmente rico porque el principal motor de su economía es algo que escapa al control de las autoridades: el contrabando de mercancías, traídas a precios bajos desde la vecina y más pobre Bolivia. Esta actividad, a su vez, hurta ingresos a las arcas oficiales, que se ven aún más incapaces de responder a las demandas urbanísticas de una ciudad en continuo crecimiento.
Esa noche, mientras cenamos, comienza a llover haciendo que temamos lo peor para nuestra visita al

Las tres horas que dura el recorrido nos permiten disfrutar de un paisaje único. El magnífico Titicaca es el mayor lago alpino del mundo, con 193 km de largo, 64 km de ancho y una profundidad de 284 metros. Sus aguas permanecen habitualmente tranquilas, lo que da lugar a un efecto espejo en virtud del cual el lago refleja el intenso azul que emana del enorme cielo que pende sobre él. En el horizonte se recortan los imponentes volúmenes de la cordillera andina.

Declarado Reserva Nacional desde 1978, el lago alberga más de sesenta variedades de aves, catorces

El aislamiento de la región, su difícil acceso y el duro clima mantuvieron a los españoles relativamente apartados de aquí, permitiendo la supervivencia de costumbres y tradiciones que se remontan a las épocas inca y aymara. Y si el aislamiento favorece la pervivencia de los viejos usos, éstos permanecerán más vivos todavía en las más de setenta islas que puntean el lago, tanto en el lado peruano como en el de Bolivia. Y hacia una de ellas nos dirigimos.

Llegamos al Otro Puerto, en el lado oeste de la isla, donde somos recibidos por un hombrecillo de

La comunidad de Taquile es una especie de mundo autocontenido y autogestionado que trata de mantener sus lazos con el gobierno al mínimo posible. No reciben ayudas ni subvenciones más allá de unos maestros que residen en la isla de lunes a viernes, marchando a Puno el fin de semana; y un dispensario al que apenas acude nadie porque prefieren ir al chamán local.

Desde luego, la aldea no puede respirar un aire más auténtico. El único edificio con aspecto de

Los taquileños visten todos con los atuendos tradicionales, aunque este término es engañoso porque uno podría pensar que aquéllos provendrían de las culturas más indígenas. Ni mucho menos. Lo que hoy vemos procede de la época de los españoles, que prohibieron los trajes incas e impusieron los hispanos. Así, los taquileños tienen hoy un extraño aire de campesino extremeño o andaluz, con sus chalecos y pantalones negros, camisas blancas, sombreros (llamados chullos) y fajas, y las mujeres vistiendo blusas y faldas de vuelos. Conservan, eso sí, motivos ornamentales y colores provenientes de culturas más antiguas: rojos, verdes y rosas.
(Finaliza en la siguiente entrada)
Leer Mas...
Etiquetas:
Peru
Suscribirse a:
Entradas (Atom)