span.fullpost {display:none;} span.fullpost {display:inline;} DE VIAJES, TESOROS Y AVENTURAS: El Edificio Long Lines de AT&T

miércoles, 9 de julio de 2014

El Edificio Long Lines de AT&T


Los turistas que recorren las calles de Nueva York pasan la mayor parte del tiempo mirando hacia arriba, a la jungla de rascacielos que se eleva hacia las alturas. Sin embargo, el número 33 de Thomas Street no es como los demás edificios. Con sus 29 pisos y 170 metros en dirección a las nubes, no le falta altura, pero una segunda y atenta mirada revela su característica más significativa: no tiene ni una sola ventana.

Enclavado en el distrito de Tribeca, dentro de Manhattan, y propiedad de la compañía de telecomunicaciones AT&T, este curioso edificio fue diseñado por John Carl Warnecke y Asociados y se terminó en 1974. Tenía la finalidad de acoger una centralita telefónica gigantesca y aún hoy, aunque parte de sus instalaciones se han trasladado a otras dependencias, desempeña un papel vital en el buen funcionamiento del sistema de telefonía estadounidense y en el control aéreo de gran parte del país. Aparte de cumplir estas funciones, también ofrece un lugar seguro para el almacenamiento de datos.

Con Warnecke, el edificio estaba en manos de uno de los arquitectos más notables del siglo XX en EEUU. Cuando se hizo cargo del edificio de Thomas Street, ya era muy conocido por su amistad con el clan Kennedy. Aunque fue en Chicago donde se forjó un nombre, recayó sobre sus hombros el importante encargo de diseñar la tumba de John F.Kennedy en Arlington, consagrada en 1967.

Tal vez su mayor acierto, especialmente sobresaliente en el caso del edificio Long Lines de AT&T, fue aunar la belleza y los requerimientos puramente funcionales. Para contener todo el equipamiento técnico necesario, cada planta del edificio de Thomas Street mide 6 metros de alto, aproximadamente el doble que cualquier rascacielos. Este edificio, heredero del funcionalismo tan querido a Le Corbusier, se considera brutalista, con su exterior de paneles de hormigón prefabricados y decorados con una fachada de granito sueco rosa. La fachada exhibe seis grandes protuberancias rectangulares que albergan huecos de escaleras y ascensores y conductos de ventilación. En una ciudad dominada por el cristal, un edificio así debería llamar la atención como una monstruosidad, pero en realidad está en armonía con el entorno.

Más importante aún es la increíble resistencia de su estructura. Se diseñó para que pudiera ser autosuficiente durante dos semanas en caso de ataque nuclear y los suelos están reforzados para poder aguantar alrededor de una tonelada y media por metro cuadrado. Es una construcción de resistencia inusual, lo cual es de esperar en un edificio tan crucial para el buen funcionamiento de las telecomunicaciones de una nación.

Por supuesto, no hay nada construido por el hombre que pueda presumir de estar a prueba de fallos. A pesar de estar considerado como uno de los edificios más seguros del mundo, en septiembre de 1991, un error humano combinado con una avería del equipo y el fallo de los sistemas de apoyo y emergencia, dejó fuera de combate a toda esa enorme centralita. El resultado es que se bloquearon
cinco millones de líneas telefónicas y se interrumpieron las vitales comunicaciones de la Administración Federal de Aviación, afectando al tráfico aéreo de nada menos que 398 aeropuertos del noreste del país.

El edificio Long Lines es un ejemplo de ese tipo de arquitectura absolutamente funcional que despierta sentimientos encontrados. No es ni el rascacielos más grande, ni el más alto ni el más avanzado técnicamente de los muchos que hay en Manhattan. De hecho, ni siquiera es habitable. Parece una torre medieval, una especie de baluarte al que hubieran retirado las murallas circundantes. No puede calificarse de bello –a menos que se tenga un extraño sentido de la estética-, pero sin duda sorprende. Es su aspecto inusual e intrigante lo que lo convierte en uno de los edificios más peculiares del mundo, una alternativa refrescante al tradicional y más fotogénico rascacielos de cristal y acero.


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